Un vector esencial para el desarrollo comarcal es el aprovechamiento de todo el potencial energético como instrumento para generar nuevas actividades económicas, empresas y empleos. Nuestro territorio goza de unas condiciones óptimas para la producción de energía solar, eólica, biomasa y de otras fuentes renovables, para cuyo impulso se ha diseñado la Estrategia de Transición Energética de ADIMAN.

Conoce el potencial energético en ADIMAN

Desde el análisis del territorio comarcal se nos revelan diversas claves para deter­minar el potencial de las energías renovables en cuanto a la presencia de terrenos de carácter llano ocupados principalmente por cultivos de secano poco productivos y pastizales para la instalación de centrales fotovoltaicas, así como la presencia de zonas más elevadas que gozan de mayor potencial eólico situadas en la zona norte de la comarca. Otro indicador importante para la producción de bio­masa lo marca la superficie forestal (masa residual forestal), así como los cultivos de secano (podas y restos de cosechas), a lo que hay que añadir la posibilidad de aprovechar los recursos hidráulicos o la producción de biogás.

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Potencial solar comarcal.

En cuanto al aprovechamiento de la energía del sol, España es el país de mayor potencial. En España recibimos un promedio de 2.500 horas de sol anuales, la media de la provincia de Cuenca se sitúa en las 2779 horas, 279 por encima de la media nacional, equivaliendo la irradiación solar a 5,5 kWh/ m2.

Con el potencial solar descrito, la amortización de las placas solares está en los 6-7 años.

Como podemos ver en el mapa, nuestro territorio se sitúa en la Zona climá­tica 4, cuestión que pone de manifiesto su gran potencial.

Por otro lado, en el embalse de Alarcón se encuentra situado en el extremo noroeste de la comarca, introduciendo la posi­bilidad de instalación de paneles solares en flotación, así como el aprovechamiento de las conducciones de regadío para el mismo fin.

Potencial eólico.

En cuanto a potencial eólico del territorio, según el Atlas Eólico de España (Estudio Técnico PER 2011-2020) promovido por el IDAE, el mapa que se muestra a continuación permite identificar visualmente las zonas más ventosas del territorio castellano-man­chego que, a gran escala, pueden considerarse como las más adecuadas en términos de recurso eólico disponible para la implantación de parques eólicos en tierra.

A su vez, estas áreas posiblemente requerirían de un adecuado dimensionamiento de las infraestructuras eléctricas de transporte y distribución, para la evacuación de la ge­neración eléctrica asociada en las provincias de Albacete, Norte de Guadalajara, Montes de Toledo y Sur de Cuenca que es donde se ubica la Manchuela Conquense.

La zona de mayor potencial eólico de la Manchuela Conquense (ver mapa de usos del suelo) se ubica en el tercio norte de la comarca, coincidiendo con los terrenos más elevados y de menor uso agrícola.

Además de las zonas mencionadas, existen otras ubicaciones, repartidas por todo el territorio, en las que podrían ser muy rentables las instalaciones eólicas.

En torno al 21% del territorio castellano-manchego dispone de un recurso eólico apro­vechable a 80 m de altura, con la tecnología disponible, potencialmente viable previa­mente a la aplicación de cualquier filtrado de índole técnica y socio-ambiental. Este porcentaje se encuentra aproximadamente a nivel de la media española del 23,43%. No obstante, destaca la escasez de zonas con un recurso eólico superior a 6.5 m/s de velocidad media anual: únicamente un 5,19%, frente al 11,13% de media nacional.

A través de este análisis podemos obtener también una serie de claves para la instala­ción de minicentrales eólicas, teniendo en cuenta las características de potencial eólico de cada municipio de la comarca.

Minicentrales hidroeléctricas, biocombustibles y otras fuentes.

La instalación de las minicentrales hidroeléctricas y la reutilización de las que han quedado en desuso, son otro recurso a considerar en la comarca, ya que en el pasado constituyó una fuente importante de producción de electricidad, que podría volverse a poner en funcionamiento con tecnología avanzada para la generación de energía en una coyuntura de encarecimiento general del recurso.

Otros potenciales a considerar son la producción de biocombustibles a partir de las podas (viñedo, olivar, almendro), restos de cosechas y residuos vegetales, así como la utilización de purines de las granjas para la producción de biogás.

La comarca presenta buena aptitud para la producción de cultivos energéticos, que puede constituir una alternativa interesante a los cultivos tradicionales de secano.

Dadas las características de población, la baja densidad de la misma, las características de las viviendas y la disponibilidad de espacios públicos, abren un conjunto de oportuni­dades para la instalación de paneles solares, el autoconsumo y la creación de comunidades energéticas; un contexto favorable para alcanzar la autosuficiencia energética y poder significar el territorio en torno a la ventaja competitiva de ofrecer una energía barata a los hogares y las empresas.